lunes, 21 de enero de 2013

... VOLVIENDO A SEVILLA ...












 

     Entró en su coche. Respiró profundamente. Se sentía cansado … había sido un día de trabajo muy duro … un día más …
     Su profesión era agresiva … pero unos días eran más complicados que otros … así era la vida en las minas …
     Arrancó suavemente y inició su viaje dirección a Sevilla … solo quería volver a casa, con su mujer, y dormir tranquilamente.






 

      No podía circular muy deprisa, la carretera de la empresa minera Soliden-Aspirsa, era peligrosa, con muchas curvas y estrecha, al menos, hasta llegar a Aznalcollar. Después mejoraba un poco.
     En  cuanto circulaba por la sierra de Huelva miró el reloj de su coche … 21,45h.




 

      Luis (nombre ficticio), pensó en su mujer … su imagen le confortó un poco.
       Conocía el camino y sabía que se acercaba a un cruce.
       Redujo un poco la velocidad buscando algún otro coche.
       La verdad es que avistó una luz que parecía ser de una moto.
      --- Bueno --- pensó --- estas por mi izquierda, tendrás que cederme el paso.
      Pero la luz era rara, de un blanco-azulado y no daba a sensación de aminorar la marcha.
      El cruce estaba cada vez más cerca. La luz también.
      Le hizo rafagas de luces, pero se acercaba rápidamente.
      Quitó un poco más el pie del acelerador.


 

 

      De repente la luz entró en la carretera en su dirección.
      Comprendió que la colisión era inevitable.
      Frenó a fondo y preparó su cuerpo para el choque con aquella moto.
        No sintió nada … no escuchó nada … solo un flash enorme de luz y   colores.
        Por fin el coche se inmovilizó en medio de una nube de polvo.
  profundamente durante unos segundos … tal vez minutos …
    Abrió la puerta y salió del coche temiendo lo que iba a encontrar.
    Las luces del coche se habían apagado pero la noche estaba clara.     
   Estaba a finales de 2009, pero aquella noche tenía cielo limpio y la luna estaba en su pleno fulgor.






  

      No había nada que ver … nadie en el suelo … ni cristales rotos … ni ninguna moto … ninguno herido … nada …
     No podía ser … buscó marcas en la parte frontal de su coche … pero tampoco había indicios de colisión alguna … solo un líquido que se evaporaba cuando lo tocaba con los dedos … nada más …
     Volvió dentro … lo mejor sería volver a casa y olvidar todo aquello …
      Giró la llave … la ignición no sonó …
    El coche estaba silencioso … ni motor … ni luces … nada funcionaba …
Buscó su móvil … estaba apagado … pero si había hablado con su mujer antes de iniciar el viaje … como iba a estar apagado …
Y ahora que debía hacer … sin coche … sin teléfono … en la noche … en medio de la nada …
       Lo intentó de nuevo …
      Como si nada el motor empezó a trabajar y las luces volvieron …
      Decidió no pensar nada más y seguir para casa.

 

      (Relato registrado en el blog de Pablo Ramirez, Oleada Ovni en Sevilla de 04 de febrero de 2010, dramatizado por jorge peres.)




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